Mañana, 8 de marzo, tendrá lugar la huelga feminista internacional y para aportar mi granito de arena a una causa más que justa y justificada, analizaremos las ideas fuerza que encontramos en el manifiesto publicado en Catalunya que podéis leer y descargar aquí.
En primer lugar, inmediatamente después de la convocatoria a dicha huelga, encontramos una suerte de aliciente o argumento para participar en la lucha feminista que cristaliza (entre otras muchas cosas) en la huelga. En él se nos sitúa en el deber de luchar por los derechos y la igualdad de la mujer ya que formamos parte de un engranaje, lo hicieron millones de mujeres en el pasado, debemos hacerlo ahora nosotras en el presente y lo harán las que hereden nuestra lucha en un futuro.
Por otro lado, los referentes de mujeres feministas no son ambiguos, las que lucharon en la Guerra Civil por la República, las que lo hicieron contra el colonialismo y el imperialismo, etc. Por estos detalles (necesarios) Inés Arrimadas decía en El Objetivo de Anita Pástor que no puede asumir los planteamientos de muchas convocatorias para el día de mañana.
El manifiesto sigue apelando a la sororidad como base para el avance en la justicia social, algo que incluso antes de la huelga, aunque con margen de mejora, ya parecen haber logrado.
Tras esto, es necesario identificar quiénes son las personas que deben secundar la huelga y en lo hacen de forma intachable, las mujeres son TODAS (ir al manifiesto para más detalle), algo fundamental que desarrollamos en Sexo: ¿Biológico o cultural? anteriormente.
Una vez introducido, pasamos a las demandas, exigencias o denuncias. Dado que el manifiesto me parece algo anárquico en su estructura, procedo a agrupar los puntos en los tres aspectos de la huelga, tres temáticas que afectan directamente en las mujeres y un último apartado donde recogeremos elementos fundamentales que no tienen cabida en los anteriores:
Huelga de cuidados
Los argumentos que sustentan esta vertiente de la huelga son, en primer lugar, que la simbiosis homogénea que forman el patriarcado y el sistema capitalista se alimentan de la gratuidad del trabajo de cuidados en base a la explotación total y completa de las mujeres. Se las educa para cuidar y lo hacen desde niñas hasta, prácticamente, el día de su muerte.
Y en segundo lugar, la infravalorada pensión resultante de décadas de trabajo no remunerado en el hogar que las aboca a la pobreza en su vejez. Se exige la ratificación del convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la que se regula el trabajo doméstico.
Huelga laboral
Se llama a la huelga laboral, además de por las pensiones que acabamos de mencionar, por la discriminación que sufren las mujeres por la maternidad o tener personas a cargo, por el techo de cristal, por la brecha salarial y por no poder conciliar la vida social o familiar con la vida laboral.
Por otro lado, el manifiesto también recoge la voluntad de regularizar las mal llamadas "trabajadoras sexuales", punto que trataremos más adelante.
Huelga de consumo
En este sentido la problemática es clara, se invita a las mujeres a no consumir puesto que son ellas las víctimas de la cosificación, hipersexualización y el reclamo publicitario.
Violencia machista
Dos elementos son los esenciales de esta problemática, la justicia evidentemente patriarcal, las mujeres son tratadas sustancialmente de forma despreciativa y minusvalorativa (véase el infierno que supone denunciar una agresión machista); y la LGTBIfobia, fenómeno que se da desde la educación afectivo-sexual y que degenera en agresiones en las propias aulas.
La demanda concreta que se exige en este caso es un Pacto de Estado suficiente (a diferencia del actual) en medidas y presupuestos para evitar un mal semejante.
Educación
Desde el movimiento feminista se reclama un cambio radical en la enseñanza del estado español. Se necesita una educación laica, sexualmente diversa, feminista y sacando de ese segundo plano las mujeres referentes en la historia de la humanidad.
Además, se demanda más presupuesto dedicado a becas, para pretender una educación realmente universal, y se oponen frontalmente a la financiación pública para centros concertados y del Opus Dei donde segregan por sexo.
Racismo
Acabar con las políticas migratorias, así como con la Ley de Estrangerías y la barbarie que suponen los CIEs. Todas estas herramientas del sistema opresor perjudican en mayor medida a las mujeres.
Otras demandas
Junto con las ya mencionadas, también se mencionan la voluntad de despatologizar la vida de la mujer, la total despenalización del aborto, lde separar realmente la Iglesia del Estado, acabar con la corrupción y con la aplicación del artículo 155.
Asímismo señalan que la feminización de la pobreza, la principal causa de pobreza la representa ser mujer.
Dicho esto, me parece necesario exponer algunas discrepancias con el que es un gran manifiesto. Si bien estoy de acuerdo con el 80% o 90% del mismo, se me hacen evidentes la inadecuación de 5 argumentos.
Sintiéndolo mucho por discrepar con las siempre a la altura Candidaturas de Unidad Popular (CUP), no veo clara la relación directa que establecen entre la lucha independentista y la lucha feminista, del modo que se plantea, el feminismo necesita de la independencia, por lo tanto, está supeditada. Sin embargo, la consecución del feminismo acercaría la independencia deseada por el colectivo político, y no al contrario.
La prostitución, un tema polémico tanto dentro como fuera del movimiento feminista, me parece desafortunadamente enfocado. La regularización de la prostitución no es un objetivo a perseguir, puesto que la opresión de la necesidad económica a llevarla a cabo, el infierno de la trata de personas, el proxenetismo y el abuso de menores no cesan con dicha medida. La posición ante la prostitución debe ser abolicionista, precisamente si lo que se busca es la reparación de los daños y desigualdades a los que las mujeres están sometidas en un sistema patriarcal capitalista.
En tercer lugar, sumaré dos denuncias que, aunque válidas, me parecen redundantes por ser producto de un mal original, es decir, tratan de limpiar la sangre en lugar de cerrar la herida. Estas son la exigencia de acabar con la corrupción y la demanda del aumento del presupuesto para becas; si estos dos elementos afectan más a las mujeres es porque tienen que asumir el trabajo de cuidados, por lo tanto, la lucha contra la corrupción y las becas no son una causa originalmente feminista, a no ser que la voluntad sea ver mujeres corruptas en la misma medida que vemos hombres.
Por último, es un error alejarse del feminismo de clase (el feminismo real) para coquetear con el feminismo liberal, mucho más de moda pero envenenado de alienación neoliberal inexorablemente machista. He identificado este patrón de comportamiento en la malinterpretada feminización de la pobreza. Es cierto que ser mujer supone una desventaja comparativa notable, no obstante, la principal causa de ser pobre es haber nacido pobre. Incorporar el conflicto de clase es fundamental para un movimiento crítico con la desigualdad y la injusticia social.