Apoyándonos en las palabras de Lakoff (2007: 4), “puesto que el lenguaje activa los marcos mentales, los nuevos marcos requieren un nuevo lenguaje”, lo cual implica que “el cambio de marco es cambio social”. Los guionistas del corto de la CUP, de forma consciente o no, tuvieron eso muy presente y utilizaron marcos conceptuales, verbales y no verbales, que activaban marcos mentales convenientes para su visión y por consiguiente para el partido.
A continuación analizaremos dichos mecanismos agregándolos en tres líneas principales, cabe decir que algunas de las unidades de análisis comprenden dos o más líneas pero en busca de resultar lo menos recurrente posible hemos colocado cada issue una sola vez en la línea que nos pareció más adecuada:
1. Diagnóstico
En lo que respecta al marco conceptual del análisis de la realidad, de diagnóstico, encontramos 7 momentos en los que se activan los siguientes marcos:
La CUP sabe entender la realidad y la conoce, de lo que destilan dos subideas, por un lado, lo que vamos a ver es la verdad, no la que pudiéramos creer que lo era antes de verlo, ni la que los medios u otros partidos nos quieran hacer creer; y por otro lado, la CUP entiende la realidad a diferencia de la clase política institucional ajena a ciudadano (en este caso elector). Esto nace de los créditos, tanto iniciales como finales, en los que se indica que el minifilm está basado en hechos reales y realidades políticas.
La realidad política se estructura en forma de sistema, la democracia (o su ausencia), el trato con la administración, la hegemonía ideológica, la calidad de vida, etc. son múltiples consecuencias de un sistema, características del mismo. Si esas externalidades no nos gustan deberemos cambiar a un sistema distinto que nos proporcione otras. Hacen referencia a ello cuando, discutiendo sobre la avería de la furgoneta, Isabel Vallet pregunta si es “error del sistema”. Con esto pueden querer hacer alusión al sistema económico capitalista y a su vez al sistema constitucional español. Parece razonable pensar que fuese especialmente la segunda, puesto que David Fernández empieza advirtiendo de que “algo se ha roto”, en términos de sistema económico no tiene demasiado sentido afirmar que ahora se ha roto algo, en cualquier caso si algo se podía romper ya lo había hecho desde el principio; algo más de lógica tiene si hablamos de sistema territorial, habiendo estallado desde hace escasos años un sentimiento cuasi-mayoritario, sino mayoritario, en la población catalana de deseo de cambio en ese sentido.
Además del motor humeante, la furgoneta sufre otra avería, en este caso menos grave pero a tener en cuenta, se le ha pinchado una rueda. David Fernández, algo frustrado por la situación, reflexiona en voz alta sobre la situación de la carretera: “Este camino está lleno de piedras, […] las piedras que nos ponen ellos y las que nos ponemos nosotros”. El camino metafórico hacia la independencia es arduo, lleno de obstáculos por parte de los ajenos, el gobierno central y las fuerzas unionistas, y de los propios, especialmente CDC como fuerza independentista que estorba más que ayuda o Ciutadans como formación nacida en Catalunya para recoger el sentimiento anti catalanista que el PP no puede abarcar.
La Unión Europea controla la economía española, la Europa alemana, francesa y británica ha secuestrado la soberanía económica catalana, lo que convierte a la Unión Europea en una institución no deseable, al menos con esa estructura. Eso es lo que despierta en el subconsciente del receptor del vídeo Josep Manel Busqueta (economista cupaire) cuando informa al grupo que no pueden permitirse una grúa u otra rueda porque “el presupuesto lo controla la troika”.
Al dudar de estar conduciendo en la buena dirección Quim Arrufat propone la asamblea como método básico para tomar decisiones y tras ella deciden orientarse en un mapa, tras situar su posición en él, Antoni Baños pregunta por la de Ítaca, a lo que Anna Gabriel contesta: “privatizada”. Dos marcos se activan aquí a la par, la privatización es indeseable y la Unión Europea (institución pública) es una extensión de los mercados. El primero nace de la interpretación de Ítaca como la patria de Ulises, el personaje homérico; dicha isla era la meta a alcanzar para Ulises en la Odisea, una frenética aventura abarrotada de obstáculos. Estableciendo un paralelismo entre la realidad política a la que la CUP aspira (servicios muy públicos y de calidad) e Ítaca y el mal, los obstáculos, que les acechan, la privatización (elitista y de menor calidad). El segundo marco está relacionado con la visión sobre la Unión Europea que hemos comentado anteriormente, Ítaca, la isla real, pertenece a Grecia, un país “rescatado” con fondos europeos por lo que se le exigen una serie de objetivos económicos que favorecen notablemente la privatización, ergo la Unión Europea ha privatizado Grecia, lo que refuerza el marco anterior.
2. Modus Operandi
Siguiendo con el análisis llegamos a lo que hemos llamado el modus operandi, los valores, normas o costumbres que definen el comportamiento y la forma de actuar de la CUP:
La primera imagen que se nos muestra tras la rueda pinchada y el motor humeante es la sandalia de David Fernández, el calzado que le mostró a Rodrigo Rato, presidente de Bankia entre enero del 2010 y el 7 de mayo del 2012, durante su comparecencia en la comisión de investigación del Parlamento catalán donde defendió las decisiones que tomó en este cargo, en unas fechas donde no se produjeron ventas de participaciones preferentes. Esa intervención catapultó a David Fernández a los titulares de la prensa estatal y fue un gesto de rabia contra lo que representaba Rato, parte del gobierno que intervino militarmente Irak y la mala praxis de un sector bancario deshonesto y fraudulento. Identificamos entonces a la CUP como un partido antimilitarista aprovechando el poso ideológico consecuencia del No a la Guerra de 2003 e inflexible con el comportamiento del sector bancario.
La CUP es un partido que actúa con perseverancia y radicalidad entendiendo, radicalidad como definición de ir a la raíz del problema. Eso entendemos al oír a Isabel Vallet decir que ellos “siempre van derechos al objetivo” a pesar de los obstáculos.
Anàvem lents perquè anàvem lluny, el título de ese corto despierta en nosotros la sensación de que es necesario el trabajo duro y la constancia para conseguir los grandes objetivos. La CUP ha trabajado mucho el pisar firme que no rápido, como reza el refrán catalán “poc a poc i bona lletra”. Del mismo modo, “ho volem tot”, el eslogan de la campaña apoya la idea de la búsqueda de un objetivo existencial.
Tratando de encontrar una solución a la avería, Gabriela Serra sospecha que falta una pieza esencial para el funcionamiento de la furgoneta y, por ende, su avance. Baños entiende el concepto reflejándolo en otros que le son familiares, “sin justicia no hay libertad, sin soberanía no hay democracia, sin mujeres no hay revolución”. Y añade que ellos no renuncian a nada, no dejan a nadie atrás.
La rueda ya no es problema pero el motor no funciona, sin embargo, vemos avanzar a la furgoneta que simboliza el Procés, el concepto que despierta el marco que se ha establecido en Catalunya para hablar de la lucha independentista. La gente (entre los que se encuentran ellos) empuja el vehículo ejerciendo la función del motor; la gente es quién y para quién trabaja la CUP. Circulan por la izquierda y cuando alguien lo advierte se le contesta que “por la derecha nunca se avanza”; la CUP es un partido marcadamente de izquierdas y actúa en consecuencia. Ejemplo de ello es la voluntad de someter democráticamente a referéndum la situación de Catalunya con respecto a España a la que se han opuesto de diversas formas las fuerzas de seguridad, lo que dota de sentido al chascarrillo entre Isabel Vallet que pregunta qué harán si los paran los Mossos d’Esquadra (enemigos de la democracia) y David Fernández que responde que se harán los escoceses (a quienes sí se les ha permitido llevar a cabo ese referéndum).
3. Identidad
La forma en la que te ve el resto de personas es un elemento fundamental en política porque condiciona en segundo plano la valoración de tus actos o la información que reciban sobre ti. La CUP es consciente y nos lanza siete estímulos que intentan influenciar en nuestra visión, por supuesto, sobre ellos pero también sobre los demás.
Propia
Dice mucho de uno mismo en quién se fija, para la CUP los referentes son importantes y aportan cohesión a su discurso. En el minifilm David Fernández cita a Henry Ford, fundador de la histórica marca de automóviles, padre de la producción en cadena y defensor del consumismo, por lo que se le retrae la existencia que referentes más cercanos a su idiosincrasia y acaba citando a Ovidi Montllor, cantautor catalán militante del PSUC y posteriormente del Partido Comunista de Catalunya, en contra del elitismo de la existencia de referentes. Mediante este chascarrillo se activan los marcos conceptuales del comunismo y catalanismo sin necesidad de hacer apología explícita de ello. Refuerzan este último cuando presentan una mesa típicamente catalana, con todos sus alimentos propios de la cultura gastronómica catalana, como si esa fuera su mesa habitual consiguiendo un énfasis en el catalanismo cultural. Y refuerzan el comunismo cuando entra en escena el gato chino de la fortuna con el himno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas acelerado y aparencia de levantar el puño como describe la simbología comunista.
Pero Ovidi Montllor y Henry Ford no son a los únicos que citan, Anna Gabriel hace mención implícita a Gramsci, síntoma de que su lectura de lucha por la hegemonía es gramsciana.
Orientándose en el mapa europeo les parece demasiado grande, no necesitan tanto, lo doblan dejando visible tan solo los Países Catalanes. De un solo gesto vuelven a tocar el ítem anti Unión Europea y se definen como nación que engloba ese territorio.
La participación de Anna Gabriel viene precedida a la llamada de Quim Arrufat a lo que parece una herriko taberna, la taberna del pueblo en euskera, que es donde se reúnen los simpatizantes de la izquierda abertzale. Se les entiende así, como simpatizantes de la lucha vasca e igualmente izquierda independentista, que no es una proclama menor.
Se van empujando la furgoneta cuando ven que se dejan el mapa, mas no les importa ya que “tienen memoria”, la asociación con el concepto de memoria histórica y la ley que le da nombre es inevitable, lo que les posiciona también uno de en esos dos bandos que protagonizaron la Guerra Civil, y por ende, antifascistas.
Por último, los eslóganes que nos muestran (Governem-nos y Vota’t) tienen una intención común, es un mensaje del partido hacia los electores que iguala estas dos posiciones, la gente es la CUP y la CUP es la gente, no son la clase política que tanta desafección causa.
Ajena
Identificar al resto de partidos también es cuestión relevante. La CUP dibuja a tres de sus adversarios políticos el Partido Popular, CiU y Podemos. Los populares aparecen como unos descerebrados al volante que aplastan a la Queta igual que PP aplasta la lengua catalana y van en dirección contraria, hacia atrás, rumbo a Madrid en 1978, lo que la CUP trata que represente para el receptor el PP, una vuelta opresora al pasado. Suena en el coche Sabina, quien reconoció no haber votado al PSOE a pesar de hacer campaña por ellos y criticar públicamente a Podemos.
Convergencia i Unió está interpretada por dos hombres vestidos de traje conduciendo un coche de alta gama, con una pulsera independentista que dicen ser la ITV. CiU es la clase política, rica, independentista de pulserita y corrupta.
Para los morados solo hay una referencia, quizá por su menor grado de antagonismo. Al no saber identificar el problema del motor de la furgoneta, David Fernández usa la terminología de Íñigo Errejón, dando a entender que Podemos rehúyan de identificar la realidad e inventen términos nuevos para no decir nada.
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