24 de octubre de 2018

Pregúntale a Marx: ¿Se puede ser comunista y cristiano?


Jorge Mario Bergoglio, más conocido como el Papa Francisco, es el actual y 266º papa de la Iglesia católica. Las declaraciones a finales de 2016 sobre sus supuestas intenciones de establecer un papado prácticamente marxista me servirán como perfecto pie a la reflexión que ocupa el título; dicha declaración fue la siguiente:

"Son los comunistas los que piensan como los cristianos"

¿Los comunistas y los cristianos pensamos igual? ¿Somos lo mismo pero nos llamamos distinto? Para aquel entonces, ya resonaban en mi afirmaciones como que Jesús fue el primer comunista o que el cristianismo original podía equipararse al socialismo, sin embargo, sabía de la quema de iglesias durante la Guerra Civil y conocía la famosa frase de Marx "la religión es el opio del pueblo". Ahora, dos años más tarde, me dispongo a analizar hasta qué punto son ciertas esas sentencias y cuán compatible son las ideologías marxista y cristiana.

Si bien es cierto que encontramos valores comunes en ambas lecturas del mundo (la justicia, la bondad, la empatía, etc.), me atrevería a decir que existe una suerte de base moral compartida en la absoluta mayoría de las ideologías; pero son los matices diferenciadores los que aportan la fuerza a cada cosmovisión.

¿Fue Jesús el primer comunista?  Quien lo sostiene se apoya en pasajes bíblicos en los que la actitud de Jesucristo es supuestamente marxista, veamos los dos más claros: 

Mateo 12:21
Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas, y les dijo: Escrito está: Mi casa será llamada casa de oración, pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. 

Al hijo de Dios no le gustaban los especuladores, o al menos no le gustaban los que especulaban en su templo. No tengo muy claro si el problema era "robar" u ocupar un espacio que debiera dedicarse a rendir culto a Dios. En cualquier caso, el marxismo no es el único -ismo en oponerse a la especulación, el anarquismo o el liberalismo clásico también lo hacen.
Mateo 19:24

Y otra vez os digo que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios.

En este versículo poniendo de mi parte puedo llegar a entender que el cristianismo valora negativamente a las personas ricas, puesto que nadie se hace rico sin explotar, robar o especular. Si solo acceden al reino de Dios las personas que lo merezcan por un comportamiento ejemplar y ser rico implica lo mencionado, es obvio que un rico no puede optar a la salvación. Pero, si el juicio negativo al rico fuese, no por cómo se ha hecho rico, si no porque al acumular riqueza no ha dedicado tiempo suficiente a intentar curar una pierna seccionada con una tirita, esto es, dar limosna a los pobres para acabar con la pobreza, nada tendría de marxista -nada hay más capitalista que intentar trampear las desigualdades que el sistema crea para que pueda seguir funcionando sin atacar a la causa.

El resto de argumentos son sencillamente erróneos por desconocimiento del marxismo, el más repetido es que Jesús compartía todo lo que tenía con los apóstoles de forma igualitaria. El mantra del igualitarismo ha calado fuerte en el argumentario anticomunista, la igualdad en el marxismo se da en la casilla de salida (igualdad de oportunidades), no en el premio (igualdad económica), no se trata de repartir la pobreza o la riqueza, se trata de acabar con los privilegios, que crean injusticia.

Jesus was a socialdemocrat

Puede que de forma algo precipitada pero, creo, casi clarividente, me atrevería a concluir que Jesucristo no fue el primer comunista, mas quizá sí el primer protosocialdemócrata. Me explico, a la socialdemocracia le disgustan casi tanto como al marxismo-leninismo las fuentes de desigualdad (explotación y especulación) no obstante, creen que pueden acabar con ellas mediante medidas progresivas; a Jesús no le gustan los ladrones que ocupan la iglesia pero cree que los ricos pueden paliar la desigualdad con limosna, poco menos que la carga impositiva a las grandes rentas con la que los socialdemócratas sueñan. Además, ambas visiones, cristiana y socialdemócrata, rehuyen el conflicto y edulcoran al enemigo librándoles de un gran porcentaje de culpa de un modo u otro.

Por último, el cristianismo y el comunismo resultan inexorablemente incompatibles porque, entre muchos otros motivos, discrepan por completo en cómo se llegará al fin último; el marxismo-leninismo entiende que para llegar al estadio comunista en que se hayan abolido los privilegios y la posesión de los medios de producción por parte de la clase dominante, la clase trabajadora deberá emplear la violencia racional para combatir la violencia a la que los ricos y poderosos van a recurrir, sin duda, para defender su estatus. Al contrario, el cristianismo pone en manos de lo ajeno (el juicio de Dios) la consecución y el paso al destino final.

Al final, la doctrina cristiana y la socialdemócrata acaban pareciéndose más de lo esperado, ambas venden la esperanza de lograr alcanzar un idílico futuro que ni ellos mismos se lo creen, para poder justificar el sufrimiento y la resignación a la que te animan en el presente; de esta forma, lo sufrido por ti hoy sustenta lo disfrutado por un rico mañana.

18 de octubre de 2018

Pregúntale a Marx: ¿Se puede ser comunista y tener iPhone?


- ¡Vas de comunista pero bien que llevas un iPhone! 

Jaque mate, soy un comunista de iPhone; puesto que manifiesto abiertamente mi ideología debo ser el faro que guíe a la clase obrera y si me detectan (lo que ellos creen que es) una contradicción debo hacerme el harakiri marxista leninista. 

Esta falacia recurrente entre los negacionistas anticomunistas se puede afrontar desde 3 marcos mentales distintos; y de hecho es aconsejable ir variando para no caer en la monotonía del discurso. En primer lugar, si hacen referencia a que el iPhone es un logro tecnológico de un sistema con el que pretendo acabar y eso no me da derecho a disfrutarlo; la respuesta es clara:

Entonces, tú, no-anticapitalista, ergo capitalista, no tienes derecho a disfrutar de las ventajas que los movimientos socialistas han aportado directa o indirectamente, no obstante, lo haces sin debatirte por dentro.

Puestos a vincular un producto con el sistema que estaba establecido en el momento de su aparición o creación, el teléfono móvil es un invento cuyo precursor fue un soviético (Leonid Kupriánovich) en la década de los 50s. Por tanto, de existir contradicción alguna, la sufrirías tú.

Si el reproche se basa en que estás asumiendo la propiedad privada de un producto de gran valor económico, será necesario aclarar que el marxismo no se opone a la existencia de propiedad individual de artículos de consumo, se puede tener cepillo de dientes, ropa, coche, calzoncillos, etc. Lo que no es concebible en una sociedad igualitaria, equitativa y justa es que unas personas posean los medios de producción que generan beneficios a costa de explotar la fuerza de trabajo del resto; los medios de producción deben ser para quien los usa y trabaja, incluso si quien lo hace se ha comprado un teléfono móvil con el dinero ganado fruto de su trabajo y no de la explotación ajena. El problema no es que yo tenga un iPhone pagado con dinero que he ganado con mi trabajo, si no que la Botín pueda tener 1312 móviles sin haber trabajado en la vida mientras que familias trabajadoras no tengan para comer.

O, por último, si asumimos que ciertamente es una contradicción para nosotros los marxistas disfrutar de productos que están hechos en base al robo de la plusvalía; se entiende que el que no es marxista, está a favor de ésta, incluyendo la explotación infantil o la esclavitud (fenómenos altamente aceptados en periodo capitalista); o que todas sus pertenencias han sido producidas en una suerte de cooperativas ajenas al mercado capitalista, lo cual parece poco probable.

12 de octubre de 2018

Análisis del framing: Campaña electoral de la CUP 2015 (Parte lll)


Los marcos de referencia son estructuras mentales que conforman nuestra forma de ver el mundo, nuestras metas y planes. Forman parte del inconsciente cognitivo. No podemos acceder a ellos conscientemente, pero sí por sus consecuencias y a través del lenguaje. Nuevos marcos, que suponen cambiar lo que se entiende por sentido común, y que provocan cambio social, requieren un nuevo lenguaje.

Por tanto la pregunta que nos hacemos tras diseccionar cada palabra de la campaña electoral es ¿cuál es el marco de referencia que pretende imponer la CUP? El marco de la CUP es aquel que incluye de forma cohesionada todos los aspectos que hemos mencionado hasta ahora. Para su mejor comprensión hemos decidido enlazarlo variando el orden anterior.

En primer lugar, ¿quiénes son ellos y en calidad de qué están apelando a nosotros? la CUP es la gente y la gente es la CUP, así que a partir de ahora todo lo que los defina debería definirnos también a nosotros. Son catalanes y catalanistas cultural y políticamente, por lo que indisociablemente son antifranquistas –el salto de antifranquistas a antifascistas no parece que sea algo impensable, más bien lógico. El antifranquismo si se retrotrae a la Guerra Civil se asocia se asocia a la izquierda, así que encaja fácilmente si desarrollamos el primer elemento que hemos recordado, es decir, si la CUP es la gente, es como la gente, esa “gente” en su mayoría es de clase trabajadora y los intereses de la clase trabajadora no son otros que los del socialismo. Al unir los conceptos de socialismo y un nacionalismo catalán obtendremos la lógica independentista, la independencia como oportunidad para luchar contra el statu quo y la idea de un mundo socialista basado en la soberanía de los estados nación. El independentismo es el hilo central de la trama, lo que sostiene el resto de elementos cohesionados, y no resulta extraño dado el contexto de las elecciones.

En consecuencia de dicho independentismo podemos incluir cuatro elementos más, la simpatía con la izquierda abertzale por una lucha común, el anti europeísmo por presentarse como una extensión de los mercados que dirime la soberanía nacional, el antimilitarismo porque el militarismo actual es una suerte de injerencia internacional en pro de los intereses económicos de los países más desarrollados e intolerantes con la corrupción y el fraude bancarios porque perjudica a esa clase trabajadora en la que se reflejan.

Y del comunismo emana la forma de actuar, el asamblearismo, método democrático de toma de decisiones, el rechazo a los mossos d’esquadra por ser el instrumento al servicio de la clase dominante para perpetuar la desigualdad.

Siendo conscientes del auge del independentismo en Catalunya especialmente coincidiendo con el año de la campaña, podríamos identificar la estrategia de la CUP como la respuesta al vacío existente en un hipotético doble eje simbolizando el cleavage derecha-izquierda horizontalmente e independentismo-unionismo en vertical. La CUP sería el único partido independentista de izquierdas no institucionalizado, puesto que sus competidores en ese primer cuadrante serían ICV y PSC que quedarían excluidos por falta de independentismo y ERC que también se eliminaría por su vinculación con CiU, culpables de los recortes y presentados como aquellos pseudoindependentistas ricos y corruptos  que se reparten en el hemisferio de la derecha ideológica. 

 

Por tanto, en esa diferenciación fundamental de toda estrategia discursiva que representa el nosotros/ellos, el nosotros es lo comentado hasta ahora aunque podría resumirse en “la gente”. El sujeto es indefinido porque busca abandonar cualquier rasgo excluyente, es decir, nosotros es todo aquél que no es ellos. Este segundo grupo de personas son a los que se amenaza con una sandalia en una comisión de investigación, los que el catalanismo lo llevan de boca para fuera, los poderosos que oprimen, los corruptos, etc.

La aventura a la que invitan participar mediante el voto –aunque no solo con él– es el proceso de independencia, el camino hacia la autodeterminación. Al más puro estilo de un videojuego de los años noventa, la CUP anima a la sociedad catalana a avanzar en el camino marcado, evitando obstáculos varios a los que hacíamos referencia anteriormente, en busca de un destino indefinido y desconocido hasta el momento, pero que precisamente por ello resulta tan atractivo, por su capacidad de amoldarse al país que uno quiere. La concepción del camino como metáfora de la realidad política es uno de los marcos mentales más exitosos y no parece arbitraria, en un camino tan solo hay dos direcciones, hacia delante (avanzar, descubrir, prosperar) o hacia atrás (al pasado, la dictadura, la represión). Además, permite actores en la misma dirección, lo cual es casi inevitable, pero a diferentes velocidades e incluso, a pesar de coincidir en la misma senda (temporalmente, se entiende), persiguiendo distintos destinos.


En suma, podríamos concluir que la CUP llevó a cabo en el spot electoral de 2015 una estrategia discursiva muy elaborada en la que concienzudamente no dejan lugar a la conquista de ningún frente por parte de otros discursos. Se definen perfectamente los roles asignados a cada uno de los actores, el diagnóstico o problema inicial y la forma mediante la cual solucionarlo; tan solo la meta queda a medio dibujar, mas no por descuido, sino por su atractivo de este modo.

27 de septiembre de 2018

Análisis del framing: Campaña electoral de la CUP 2015 (Parte ll)


Apoyándonos en las palabras de Lakoff (2007: 4), “puesto que el lenguaje activa los marcos mentales, los nuevos marcos requieren un nuevo lenguaje”, lo cual implica que “el cambio de marco es cambio social”. Los guionistas del corto de la CUP, de forma consciente o no, tuvieron eso muy presente y utilizaron marcos conceptuales, verbales y no verbales, que activaban marcos mentales convenientes para su visión y por consiguiente para el partido.


A continuación analizaremos dichos mecanismos agregándolos en tres líneas principales, cabe decir que algunas de las unidades de análisis comprenden dos o más líneas pero en busca de resultar lo menos recurrente posible hemos colocado cada issue una sola vez en la línea que nos pareció más adecuada:

1. Diagnóstico


En lo que respecta al marco conceptual del análisis de la realidad, de diagnóstico, encontramos 7 momentos en los que se activan los siguientes marcos:


La CUP sabe entender la realidad y la conoce, de lo que destilan dos subideas, por un lado, lo que vamos a ver es la verdad, no la que pudiéramos creer que lo era antes de verlo, ni la que los medios u otros partidos nos quieran hacer creer; y por otro lado, la CUP entiende la realidad a diferencia de la clase política institucional ajena a ciudadano (en este caso elector). Esto nace de los créditos, tanto iniciales como finales, en los que se indica que el minifilm está basado en hechos reales y realidades políticas.

La realidad política se estructura en forma de sistema, la democracia (o su ausencia), el trato con la administración, la hegemonía ideológica, la calidad de vida, etc. son múltiples consecuencias de un sistema, características del mismo. Si esas externalidades no nos gustan deberemos cambiar a un sistema distinto que nos proporcione otras. Hacen referencia a ello cuando, discutiendo sobre la avería de la furgoneta, Isabel Vallet pregunta si es “error del sistema”. Con esto pueden querer hacer alusión al sistema económico capitalista y a su vez al sistema constitucional español. Parece razonable pensar que fuese especialmente la segunda, puesto que David Fernández empieza advirtiendo de que “algo se ha roto”, en términos de sistema económico no tiene demasiado sentido afirmar que ahora se ha roto algo, en cualquier caso si algo se podía romper ya lo había hecho desde el principio; algo más de lógica tiene si hablamos de sistema territorial, habiendo estallado desde hace escasos años un sentimiento cuasi-mayoritario, sino mayoritario, en la población catalana de deseo de cambio en ese sentido.

Además del motor humeante, la furgoneta sufre otra avería, en este caso menos grave pero a tener en cuenta, se le ha pinchado una rueda. David Fernández, algo frustrado por la situación, reflexiona en voz alta sobre la situación de la carretera: “Este camino está lleno de piedras, […] las piedras que nos ponen ellos y las que nos ponemos nosotros”. El camino metafórico hacia la independencia es arduo, lleno de obstáculos por parte de los ajenos, el gobierno central y las fuerzas unionistas, y de los propios, especialmente CDC como fuerza independentista que estorba más que ayuda o Ciutadans como formación nacida en Catalunya para recoger el sentimiento anti catalanista que el PP no puede abarcar.

La Unión Europea controla la economía española, la Europa alemana, francesa y británica ha secuestrado la soberanía económica catalana, lo que convierte a la Unión Europea en una institución no deseable, al menos con esa estructura. Eso es lo que despierta en el subconsciente del receptor del vídeo Josep Manel Busqueta (economista cupaire) cuando informa al grupo que no pueden permitirse una grúa u otra rueda porque “el presupuesto lo controla la troika”.

Al dudar de estar conduciendo en la buena dirección Quim Arrufat propone la asamblea como método básico para tomar decisiones y tras ella deciden orientarse en un mapa, tras situar su posición en él, Antoni Baños pregunta por la de Ítaca, a lo que Anna Gabriel contesta: “privatizada”. Dos marcos se activan aquí a la par, la privatización es indeseable y la Unión Europea (institución pública) es una extensión de los mercados. El primero nace de la interpretación de Ítaca como la patria de Ulises, el personaje homérico; dicha isla era la meta a alcanzar para Ulises en la Odisea, una frenética aventura abarrotada de obstáculos. Estableciendo un paralelismo entre la realidad política a la que la CUP aspira (servicios muy públicos y de calidad) e Ítaca y el mal, los obstáculos, que les acechan, la privatización (elitista y de menor calidad). El segundo marco está relacionado con la visión sobre la Unión Europea que hemos comentado anteriormente, Ítaca, la isla real, pertenece a Grecia, un país “rescatado” con fondos europeos por lo que se le exigen una serie de objetivos económicos que favorecen notablemente la privatización, ergo la Unión Europea ha privatizado Grecia, lo que refuerza el marco anterior.

2. Modus Operandi

Siguiendo con el análisis llegamos a lo que hemos llamado el modus operandi, los valores, normas o costumbres que definen el comportamiento y la forma de actuar de la CUP:

La primera imagen que se nos muestra tras la rueda pinchada y el motor humeante es la sandalia de David Fernández, el calzado que le mostró a Rodrigo Rato, presidente de Bankia entre enero del 2010 y el 7 de mayo del 2012, durante su comparecencia en la comisión de investigación del Parlamento catalán donde defendió las decisiones que tomó en este cargo, en unas fechas donde no se produjeron ventas de participaciones preferentes. Esa intervención catapultó a David Fernández a los titulares de la prensa estatal y fue un gesto de rabia contra lo que representaba Rato, parte del gobierno que intervino militarmente Irak y la mala praxis de un sector bancario deshonesto y fraudulento. Identificamos entonces a la CUP como un partido antimilitarista aprovechando el poso ideológico consecuencia del No a la Guerra de 2003 e inflexible con el comportamiento del sector bancario. 

La CUP es un partido que actúa con perseverancia y radicalidad entendiendo, radicalidad como definición de ir a la raíz del problema. Eso entendemos al oír a Isabel Vallet decir que ellos “siempre van derechos al objetivo” a pesar de los obstáculos.

Anàvem lents perquè anàvem lluny, el título de ese corto despierta en nosotros la sensación de que es necesario el trabajo duro y la constancia para conseguir los grandes objetivos. La CUP ha trabajado mucho el pisar firme que no rápido, como reza el refrán catalán “poc a poc i bona lletra”. Del mismo modo, “ho volem tot”, el eslogan de la campaña apoya la idea de la búsqueda de un objetivo existencial.

Tratando de encontrar una solución a la avería, Gabriela Serra sospecha que falta una pieza esencial para el funcionamiento de la furgoneta y, por ende, su avance. Baños entiende el concepto reflejándolo en otros que le son familiares, “sin justicia no hay libertad, sin soberanía no hay democracia, sin mujeres no hay revolución”. Y añade que ellos no renuncian a nada, no dejan a nadie atrás.

La rueda ya no es problema pero el motor no funciona, sin embargo, vemos avanzar a la furgoneta que simboliza el Procés, el concepto que despierta el marco que se ha establecido en Catalunya para hablar de la lucha independentista. La gente (entre los que se encuentran ellos) empuja el vehículo ejerciendo la función del motor; la gente es quién y para quién trabaja la CUP. Circulan por la izquierda y cuando alguien lo advierte se le contesta que “por la derecha nunca se avanza”; la CUP es un partido marcadamente de izquierdas y actúa en consecuencia. Ejemplo de ello es la voluntad de someter democráticamente a referéndum la situación de Catalunya con respecto a España a la que se han opuesto de diversas formas las fuerzas de seguridad, lo que dota de sentido al chascarrillo entre Isabel Vallet que pregunta qué harán si los paran los Mossos d’Esquadra (enemigos de la democracia) y David Fernández que responde que se harán los escoceses (a quienes sí se les ha permitido llevar a cabo ese referéndum).

3. Identidad

La forma en la que te ve el resto de personas es un elemento fundamental en política porque condiciona en segundo plano la valoración de tus actos o la información que reciban sobre ti. La CUP es consciente y nos lanza siete estímulos que intentan influenciar en nuestra visión, por supuesto, sobre ellos pero también sobre los demás.

Propia

Dice mucho de uno mismo en quién se fija, para la CUP los referentes son importantes y aportan cohesión a su discurso. En el minifilm David Fernández cita a Henry Ford, fundador de la histórica marca de automóviles, padre de la producción en cadena y defensor del consumismo, por lo que se le retrae la existencia que referentes más cercanos a su idiosincrasia y acaba citando a Ovidi Montllor, cantautor catalán militante del PSUC y posteriormente del Partido Comunista de Catalunya, en contra del elitismo de la existencia de referentes. Mediante este chascarrillo se activan los marcos conceptuales del comunismo y catalanismo sin necesidad de hacer apología explícita de ello. Refuerzan este último cuando presentan una mesa típicamente catalana, con todos sus alimentos propios de la cultura gastronómica catalana, como si esa fuera su mesa habitual consiguiendo un énfasis en el catalanismo cultural. Y refuerzan el comunismo cuando entra en escena el gato chino de la fortuna con el himno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas acelerado y aparencia de levantar el puño como describe la simbología comunista.

Pero Ovidi Montllor y Henry Ford no son a los únicos que citan, Anna Gabriel hace mención implícita a Gramsci, síntoma de que su lectura de lucha por la hegemonía es gramsciana.

Orientándose en el mapa europeo les parece demasiado grande, no necesitan tanto, lo doblan dejando visible tan solo los Países Catalanes. De un solo gesto vuelven a tocar el ítem anti Unión Europea y se definen como nación que engloba ese territorio.

La participación de Anna Gabriel viene precedida a la llamada de Quim Arrufat a lo que parece una herriko taberna, la taberna del pueblo en euskera, que es donde se reúnen los simpatizantes de la izquierda abertzale. Se les entiende así, como simpatizantes de la lucha vasca e igualmente izquierda independentista, que no es una proclama menor.

Se van empujando la furgoneta cuando ven que se dejan el mapa, mas no les importa ya que “tienen memoria”, la asociación con el concepto de memoria histórica y la ley que le da nombre es inevitable, lo que les posiciona también uno de en esos dos bandos que protagonizaron la Guerra Civil, y por ende, antifascistas.

Por último, los eslóganes que nos muestran (Governem-nos y Vota’t) tienen una intención común, es un mensaje del partido hacia los electores que iguala estas dos posiciones, la gente es la CUP y la CUP es la gente, no son la clase política que tanta desafección causa.

Ajena

Identificar al resto de partidos también es cuestión relevante. La CUP dibuja a tres de sus adversarios políticos el Partido Popular, CiU y Podemos. Los populares aparecen como unos descerebrados al volante que aplastan a la Queta igual que PP aplasta la lengua catalana y van en dirección contraria, hacia atrás, rumbo a Madrid en 1978, lo que la CUP trata que represente para el receptor el PP, una vuelta opresora al pasado. Suena en el coche Sabina, quien reconoció no haber votado al PSOE a pesar de hacer campaña por ellos y criticar públicamente a Podemos.

Convergencia i Unió está interpretada por dos hombres vestidos de traje conduciendo un coche de alta gama, con una pulsera independentista que dicen ser la ITV. CiU es la clase política, rica, independentista de pulserita y corrupta.

Para los morados solo hay una referencia, quizá por su menor grado de antagonismo. Al no saber identificar el problema del motor de la furgoneta, David Fernández usa la terminología de Íñigo Errejón, dando a entender que Podemos rehúyan de identificar la realidad e inventen términos nuevos para no decir nada.

12 de septiembre de 2018

Análisis del framing: Campaña electoral de la CUP 2015 (Parte l)


Haciendo buen uso del enfoque que nos proporciona la lectura de No pienses en un elefante: lenguaje y debate político de Lakoff y especialmente al análisis de los frames o marcos, trataremos de desmenuzar, apoyándonos en una lógica minimalista, los activadores marcos conceptuales que contiene el mini film realizado por la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) para la campaña electoral en las elecciones autonómicas catalanas de 2015. Tan solo nos serviremos de un spot por aquello de que menos es más.


Éste es un corto cargado de metáforas y dobles sentidos, con él pretenden ganar la simpatía de los televidentes de ideología similar a la suya con bromas que alguien ajeno a la política catalana no entiende y despertar curiosidad en los que no son afines a la CUP, además, y como analizaremos, de activar ciertos marcos mentales.

Situación Política

Pero para entender la campaña electoral debemos hacer una breve revisión al contexto en el que acontece. El 27 de septiembre de 2015 se celebraban las elecciones al Parlamento de Cataluña. Cinco millones y medio de catalanes estaban llamados a las urnas tras la anticipación de catorce meses por parte del presidente de la Generalitat, Artur Mas, de las elecciones, fruto de una reunión con los máximos representantes de ERC, ANC, AMI y Òmnium Cultural.

El tema en torno al que giró la agenda política dedicada a las elecciones fue la independencia de Catalunya. Mas definió la convocatoria electoral como la “consulta definitiva” tras el intento refrendario del 9 de noviembre de 2014. Los medios tildaban el 27 de septiembre como “las elecciones autonómicas más transcendentales desde la recuperación del autogobierno en 1979”. Era la oportunidad de Catalunya para reafirmar la voluntad independentista o, por el contrario, demostrar que sentían que esa no era la dirección adecuada.

Artur Mas planteaba las elecciones como un plebiscito, es decir, utilizar un mecanismo democrático para formar gobierno en forma de referéndum al uso. Dicho planteamiento supuso un conflicto en sí mismo, por un lado las fuerzas independentistas querían hacer de la cita electoral la fecha que marcara el inicio del camino real y directo hacia la independencia (consecuencia directa, se presupone, a una gran victoria electoral); por el contrario, los partidos unionistas trataban de deslegitimar un posible resultado adverso negando la mayor, se oponían a que las elecciones tuvieran un carácter más allá del habitual.

La excepcionalidad del acontecimiento era innegable en cuanto a las candidaturas, donde encontramos a CDC al margen de UDC, dentro de una lista conjunta (con Mas en cuarto lugar) formada junto a ERC y distintos líderes independentistas. Y la presidencia de Mas pasaba necesariamente por la mayoría absoluta de Junts pel Sí, puesto que la CUP, su único apoyo independentista fuera de JxSi, había asegurado con anterioridad que no iba a dar apoyo al expresidente.

Rajoy con el discurso del miedo, Rivera con retórica reaccionaria y continuista y Sánchez respaldando un proyecto federal como tercera vía al conflicto, llamaron a las urnas a los abstencionistas bajo el presupuesto que el porcentaje de personas que se abstienen en las elecciones autonómicas pero vota en la generales acudiera a la cita elevando la participación por encima del 70% y eso impediría a los independentistas lograr su objetivo.

La CUP en el lado independentista, tenía que lidiar con el PP, Ciutadans y el PSC por la autodeterminación, principalmente con CDC por el proyecto de país y con ERC y ICV por representar a la izquierda. Además, por la situación clave en la que las predicciones pronosticaban la posición de la CUP, éstos se verían sumamente presionados.


Fuente: El País, 21 de septiembre de 2015. Intención de voto en Cataluña: http://elpais.com/elpais/2015/09/18/media/1442600262_010904.html

19 de mayo de 2018

La teoría del framing: No pienses en un elefante de George Lakoff


George Lakoff es catedrático de ciencia cognitiva y lingüística en la Universidad de California e investigador de lingüística cognitiva. Durante los años sesenta contribuyó en gran medida a la creación de la semántica generativa. Ya en los setenta fundó la lingüística cognitiva y fue una de las cabezas más visibles de la teoría neutral del lenguaje durante los años ochenta.

En el campo de la lingüística cognitiva ha trabajado en la naturaleza de los sistemas conceptuales humanos y en conceptos como el tiempo, la causalidad, la moral o las emociones mediante su teoría sobre el pensamiento metafórico.

Lakoff, ha teorizado también sobre el framing en el libro “No pienses en un elefante” (símbolo de los republicanos) que trata el lenguaje y el debate político de Estados Unidos para sentar las bases generales sobre la creación y establecimiento de marcos mentales.

Los avances de la ciencia cognitiva no nos han permitido aún comprender de forma total por qué, pero el ser humano entiende y piensa bajo un esquema de marcos mentales y metáforas, “estructuras mentales que conforman nuestro modo de ver el mundo; todas las palabras se definen en relación a marcos conceptuales” (Lakoff, 2007: 4).

Dichos marcos o frames son la cristalización del inconsciente cognitivo, los marcos son la herramienta que nos permite comprender dentro de los parámetros que éstos fijan. No podemos acceder a ellos conscientemente, sin embargo, tenemos constancia de ellos por las consecuencias observables que generan, véase la interpretación propia de cada uno del término sentido común. Actúan en forma de filtro que dota de sentido los estímulos informativos que recibimos, por lo que podríamos decir que lleva a cabo principalmente dos tareas, la primera es la de gatekeeper, es decir, discriminar entre la información que se adapta al marco mental y, por lo tanto, se interioriza; y esa información demasiado subversiva o inconcebible que acaba por desecharse por no pasar el filtro. La segunda, como hemos comentado, es la de añadir valor añadido, ideológico, congruente con nuestro marco mental utilizando el marco conceptual invocado por unos conceptos concretos.

Para una mejor comprensión vamos a servirnos del ejemplo utilizado por Lakoff, George W. Bush mencionó durante el Discurso del Estado de la Unión “no necesitamos presentar ningún justificante del permiso para defender a América”. La utilización de la expresión “justificante del permiso” no es casual, hace referencia a la autorización necesaria para los alumnos en los institutos de Estados Unidos para andar por los pasillos de los mismos con el fin de ir al baño o la enfermería. Este justificante es otorgado por un adulto que representa la autoridad, un profesor por ejemplo, a un adolescente, un alumno, que debe acatar las normas impuestas por las personas que sí saben qué es lo mejor para ellos. Al hacer alusión a ese concepto se despertó, en todo aquél que tuviera un esquema de valores más o menos cercano al de Bush (el del padre estricto), el marco en que Estados Unidos es el adulto en el sistema político internacional, ergo no debe pedir permisos a nadie para intervenir o actuar del modo que ellos crean que es adecuado, en cualquier caso es a él al que deberían pedírselo.

Dicho esto, se hace inevitable entrar en la cuestión del esquema de valores, el esquema preponderante en Estados Unidos en ese momento era el del padre estricto. Se le llama de este modo en el libro porque Lakoff se da cuenta mediante un trabajo de un alumno suyo de la universidad que los estadounidenses toman la familia como metáfora de nación, ya que encontramos unos padres (los fundadores), unas hijas (de la Revolución Americana) y unos hijos (los que mandan a la guerra). Sabiendo esto, se propuso analizar las dos visiones mayoritarias de la nación en Estados Unidos y relacionarlas con sus respectivas ideas sobre la familia y el resultado fueron los modelos del padre estricto y el padre protector.

Bush recibió apoyo suficiente en la intervención en Irak porque según el esquema familiar del padre estricto, el individuo “cree en la necesidad y el valor de la autoridad, que es capaz de enseñar a sus hijos a disciplinarse y a luchar en un mundo competitivo en el que triunfarán si son fuertes, afirmativos y disciplinados” (Lakoff, 2007: 2). Al conseguir Bush establecer la situación de Estados Unidos como la del padre que debe hacer buen uso de su autoridad, por lo tanto, establecer el marco mental del padre estricto como hegemónico, la información que iba en contra de lo establecido subconscientemente como la ausencia de vínculos entre Al Qaeda y Sadam Hussein o la fantasiosa existencia de armas de destrucción masiva, no logró entrar en el consciente colectivo del pueblo estadounidense porque el marco del momento era otro.

Hubiera sido distinto de haber dominado el esquema del padre protector, que consiste en una visión demócrata y progresista, que ve la educación como una tarea conjunta tanto del padre como la madre, quienes deben apoyar y entender a sus hijos, escucharles, darles libertad suficiente y confianza en los demás para que logren cooperar con sus iguales.

Pero la clave de la victoria del partido republicano en esa ocasión no fue fruto de la casualidad, la estrategia republicana ha sido focalizar los esfuerzos en activar el marco que más les beneficiaría. Dicho esfuerzo cristalizó en una gran inversión de fondos, tiempo de investigación, educación y reproducción de valores para que éste acabara implantándose en el imaginario colectivo de forma que aceptaran de buen grado sus consecuencias prácticas.

Los think tanks son los responsables en buena medida del proceso mencionado, un conjunto de universitarios, publicistas, periodistas, escritores, especialistas en comunicación e imagen que con el tiempo irían modelando el discurso para lograr una total inmersión en el mundo ideológico republicano; de tal modo que a día de hoy los demócratas debaten sobre los impuestos asumiendo las consecuencias de jugar en campo rival, partiendo de éstos como una pesada carga y no como una inversión en la propia nación.

Lakoff sostiene que los ciudadanos votan en base a sus valores, sus referentes y sus principios, ergo los estereotipos morales y culturales afectan, en medida que enmarcan provocando rechazo o admisión de la información recibida y dotándola de sentido, la decisión electoral. Por supuesto, no todo son las palabras, el campo conceptual per se no es el elemento fundamental para el cambio, sino que en tanto en cuanto conducen a la creación de marcos mentales, hacen de esa relación el verdadero quid de la cuestión.

Debemos apuntar, a modo de última reflexión pertinente al tema, que aun estableciendo estos dos esquemas de valores y la preponderancia que presenta uno frente al otro en Estados Unidos, es de recibo entender dichos modelos como ambos presentes en el interior de los ciudadanos en una pugna constante por situar valores propios en el imaginario colectivo. Pues parece esencial en la lucha de valores conocer el modo óptimo de activar los marcos pertinentes para movilizar al mayor número posible de electores.

Es en estos aspectos donde los demócratas han salido perjudicados, no han sido capaces de entender la importancia de imponer el marco mental predominante, a diferencia de sus directos competidores, y han ido salvando la situación ante las embestidas republicanas basándose en la opinión pública. Los republicanos han encontrado la fórmula para comunicar y enmarcar el discurso bajo un lenguaje propio que les ha llevado a sus mayores éxitos electorales.

18 de mayo de 2018

¿Qué es el crowdsourcing y el consumer work?



El crowdsourcing y el consumer work están presentes de forma constante y natural en nuestras vidas, sin embargo, que desconozcamos dichos conceptos es síntoma de que no se ha discutido y tratado como debería. Hemos asumido las lógicas implícitas en estos fenómenos sin pararnos a reflexionar sobre si nos son beneficiosos o perjudiciales, por ello, realizaremos una breve aproximación a continuación.

Crowdsourcing

La vida social siempre ha incluido de algún modo las tecnologías, puesto que éstas hacen posible y amplían la capacidad de interacción social y de influencia sobre el entorno. Por ello, las tecnologías forman parte de un complejo sistema de relaciones de poder.

Así lo interpreta la Teoría Crítica de la Tecnología, desde la cual se entiende que el nivel de desarrollo tecnológico de una sociedad no es tan solo el conjunto de dispositivos, técnicas y logística, sino que moldea de algún modo la vida social y tiene cierta influencia en las relaciones de poder mencionadas antes y su consecuencia, las luchas políticas, disminuyendo el nivel de libertad en la toma de decisiones que éstas conllevan (Feenberg, 1991). Por ello, el ámbito tecnológico no es un escenario neutral, sino que representa una arena más de lucha ideológica y de poder por su ambivalencia en el desarrollo potencial del mismo.

Con un desarrollo tecnológico antes inimaginable se presenta actualmente el fenómeno del crowdsourcing, término acuñado por Jeff Howe (2006) como fusión de crowd (multitud) y outsourcing (externalización). Dicho concepto aparece mucho más tarde que su manifestación práctica, pues Wikipedia, ejemplo paradigmático de crowdsourcing, es creada a principios de 2001. Pero ni siquiera es Wikipedia la primera muestra de crowdsourcing, la colaboración masiva, externalizada y abierta es anterior a todo eso, no obstante, lo que sí es significativamente nuevo es la utilización de internet y la revolución que ha conllevado.

El crowdsourcing no se puede comprender sin antes contextualizarlo en lo que llamaremos capitalismo informacional, una etapa de dicho sistema económico en la que la lógica de la acumulación industrial pierde peso en favor de las nuevas tecnologías de la información, la esencia de la productividad abandona la transformación de la materia y la búsqueda de nuevas energías y apunta hacia la creación de flujos de información y conocimientos. Las cadenas productivas empiezan a reorientarse hacia los procesos productivos informacionales, constituidos por información digital que es creada, transformada y puesta en circulación a través de las tecnologías digitales y reguladas mediante la propiedad intelectual (Zukerfeld, 2010).

Este cambio, a la par que la globalización, transforma por completo la división del trabajo, se crea una nueva hegemonía dentro de la cadena de valor productivo.

Pues bien, crowdsourcing no es contratación externa, ya que el equipo de personas que van a desarrollar la tarea no está definido y localizado previamente; tampoco es producción de código abierto donde la tarea nace y muere por parte de los miembros de un propio equipo; no utilizan software libre (Vidal, 2000); y plantean cierta jerarquía (los desarrolladores son los que guían el proyecto filtrando las aportaciones).

En suma, entendemos el crowdsourcing como:

“Una actividad participativa en línea en la que un individuo, una institución, una organización sin fines de lucro, o una compañía propone a un grupo de individuos de conocimientos, la heterogeneidad y número variables, a través de una convocatoria abierta y flexible, el desarrollo voluntario de una tarea. La realización de la tarea, de complejidad y modularidad variable, y en la que la multitud debe participar aportando su trabajo, su dinero, su conocimiento y / o su experiencia, siempre conlleva un beneficio mutuo. El usuario recibirá la satisfacción de un determinado tipo de necesidad, ya sea una retribución económica, reconocimiento social, autoestima o el desarrollo de las capacidades individuales, mientras que el crowdsourcer obtendrá y utilizará en su beneficio lo que el usuario ha aportado al proyecto, cuya forma dependerá del tipo de actividad que se realice” (Estellés Arolas y González Ladrón de Guevara, 2012: 9-10).

Consumer work

Del mismo modo, el fenómeno del consumer work se enmarca en esta nueva etapa del capitalismo donde las esferas de la producción y el consumo, bien diferenciadas en la fase industrial, se acaban confundiendo (Kleemann, Voß y Rieder, 2008: 6). El consumo de masas, la producción de bienes que los propios trabajadores pudieran comprar, fue revolucionario pero a día de hoy el capitalismo ha dado una vuelta más de tuerca; ya no solo son los trabajadores los que pasan a ser consumidores, sino que también los consumidores (sean o no trabajadores) pasarán a formar parte del proceso productivo de forma que la explotación y el robo de plusvalía sea mayor. Ejemplo de ello son los ya naturalizados supermercados, empresas como IKEA o las omnipresentes cadenas de comida rápida donde una parte importante del servicio es llevado a cabo por el propio cliente. Además, al igual que el crowdsourcing, con internet se ha multiplicado casi exponencialmente la lógica del consumer work, egovernment, e-commerce, e-banking, etc., son nuevas formas de incluir al consumidor en la producción del servicio con apariencia de comodidad o flexibilidad.

Vistos y contextualizados ambos elementos, podemos pasar a comentar las consecuencias que derivan de los mismos.

Las empresas experimentan una reducción de los costes, lo cual les reporta una mayor ganancia, gracias a la menor complejidad en la venta por la introducción de portales web desde donde el propio consumidor se atiende y cobra con acciones muy definidas, sin matices (Grün & Brunner; 2002). También una mayor productividad mediante un uso más eficiente de los recursos, ya que pueden expandirse geográficamente y aumentar las horas de servicio, lo cual implica un mayor volumen de ventas y por ende un menor que reporte a su vez más ventas (Grün & Brunner; 2002). Y un enriquecimiento en la información e ideas, ya que se sirven del conocimiento que el consumidor les ofrece (Grün & Brunner; 2002). Además, Reichwald y Piller (2006: 149-154) apuntan la reducción de la cantidad de tiempo que hay que invertir para desarrollar nuevos productos, la reducción de costes de innovación, el aumento de aceptación en el mercado y disposición a comprar nuevos productos y el aumento de la percepción subjetiva por parte de los consumidores de la novedad real de un nuevo producto.

Estas son las consecuencias en cuanto a producción y beneficio que podrían formar la primera de las consecuencias de Kleemann, Voß y Rieder (2008: 23-24), tras la que siguen:

La influencia en el diseño del producto; se presupone un cierto poder sobre los productos o marcas por parte del conjunto de consumidores y especialmente aquellas personas –influencers, bloggers, etc.– que “se dedican profesionalmente” a publicitar productos. La menor calidad del producto; para ser cliente o consumidor no debes estar formado, sin embargo, son tus ideas y tus sensaciones las que van a contar para el diseño final y éstas pueden no ser las mejores. Y por último, una mejora de las condiciones de trabajo; la flexibilidad que caracteriza el trabajo en crowdsourcing es radicalmente distinta a los tempos de la antigua lógica industrial y eso puede ser visto como una mejora.

A modo de conclusión, parece necesario resaltar el desequilibrio en el reparto de externalidades. Las empresas se ven afectadas en su práctica mayoría por consecuencias positivas mientras que las reservadas a los clientes son limitadas y mayormente negativas.

Es por ello, haciendo un repaso de todo lo comentado, que entendemos los fenómenos del crowdsourcing o el consumer work como los nuevos mecanismos de explotación moderna, cada vez menos explícitos y punitivos en favor de la persuasión y la interiorización de la lógica de explotación para un mayor consentimiento y disposición.